El Testamento del Mesías Prometido: Un Legado Espiritual para la Eternidad
Introducción: La Revelación Divina
En 1905, Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as), el Mesías Prometido y Mahdi, recibió una serie de revelaciones trascendentales que quedarían plasmadas en Al-Wasiyyat (El Testamento). Este documento no solo anunciaba su partida inminente, sino que establecía las bases para la continuidad espiritual y material de la Comunidad Ahmadía.
"Se acerca el momento prescrito para tu muerte..." (Al wasiyat).
El Bahishti Maqbarah: Cementerio Celestial
Uno de los aspectos más notables de El Testamento es la institución del Bahishti Maqbarah, un cementerio bendito donde descansarían los creyentes más piadosos. El Mesías Prometido (as) vio en visión este lugar, descrito como "una tumba que resplandecía más que la plata".
Condiciones para el Entierro Celestial:
- Contribución financiera: Donación para el mantenimiento del cementerio.
- Testamento espiritual: Legar al menos el 10% de los bienes para la causa del Islam.
- Vida recta: Pureza de corazón y abstinencia de pecados graves.
El Sistema de Wasiyyat: Más que un Testamento
El Wasiyyat representa un pacto completo entre el creyente y Dios:
- Dimensión financiera: Los fondos se destinan a:
- Propagación del Islam
- Sustento de huérfanos y necesitados
- Publicación de literatura islámica
- Dimensión espiritual: Es una prueba de fe y sinceridad, separando "los hipócritas de los creyentes".
El Legado Continúa: Implementación por los Jalifas
Los sucesores del Mesías Prometido (as) han llevado adelante este sistema con notable éxito:
- En 2004, Hazrat Jalifatul Masih V (aba) estableció la meta de 50,000 participantes.
- Para 2008, ya había 88,500 musis (participantes).
Conclusión: Un Llamado a la Acción Espiritual
El Testamento no es solo un documento histórico, sino una guía viva para:
- Purificación personal: A través del sacrificio financiero.
- Fortalecimiento comunitario: Garantizando el futuro de la obra islámica.
- Legado eterno: "Para que las generaciones futuras refuercen su fe".
Reflexión Final:
"En un mundo obsesionado con la acumulación material, el Wasiyyat nos enseña que la verdadera riqueza está en lo que damos, no en lo que guardamos."