El sermón del 07 de septiembre 2012 de Su Santidad el Jalifa fue el acto de apertura de la 46ª Jalsa Salana de la Yama´at del Reino Unido. El Mesías Prometido (a.s.) había instituido este encuentro para preparar una comunidad apta para conocer a Dios, impregnada de temor divino, de piedad y de Taqwa. El amor mutuo, la fraternidad, la humildad, la justicia serían las características de su Yama´at. Sus seguidores, dice, tendrán un ardiente deseo de transmitir al mundo el mensaje del Islam; y para ello estarán dispuestos a sacrificar sus bienes, su tiempo y su honor.

Un análisis sincero de conciencia debe ser realizado por todos aquellos que participan en la Jalsa Salana. Hay que respetar las expectativas del Mesías Prometido (a.s.) para entender el propósito de nuestra presencia en este gran encuentro.

El Mesías Prometido (a.s.) afirma que la Jalsa Salana no es una feria o una distracción mundana. El tesoro inmenso que nos suministra será suficiente para enriquecer los más pobres. Y es sacando provecho de la Jalsa salana que un verdadero áhmadi satisfará el hambre y la sed de los demás. Sin Taqwa no podremos adquirir el beneplácito de Dios. Es especialmente importante para un áhmadi caminar en este camino, ya que ha establecido un lazo con un profeta. Y se beneficiará de su juramento de lealtad cuando pueda deshacerse  de todos sus vicios.

Para recuperar la salud, el enfermo en algunos casos debe seguir un tratamiento doloroso. Ninguna enfermedad, por muy benigna que sea no debe ser descuidada. Lo mismo ocurre con los vicios y pecados. Estos no

deben ser considerados como actos insignificantes: son capaces de alejar al creyente de la Taqwa. Si Al-lah es Clemente y Misericordioso, también es Severo en el castigo. Grande será Su ira si constata que una comunidad se contenta con hacer declaraciones y que sus acciones son nulas.

La situación de los musulmanes hoy en día es angustiante. Los áhmadis deben preocuparse: que sus carencias y algunas malas acciones no atraigan la ira de Dios. Cuando los malos actos aumentan y cuando existe una contradicción entre las palabras y los hechos, Dios castiga a los llamados creyentes a través de los incrédulos. La historia es testigo de ello: en varios momentos los musulmanes han sufrido a manos de los infieles, como es el caso de Gengis Khan y Hulagu Khan, y eso fue a pesar de la promesa de Dios de que Él siempre apoyará a los musulmanes. La razón fue que se limitaban a repetir las palabras en el aire, "No hay más digno de adoración excepto Al-lah ..." Mientras que sus corazones estaban prendados por este mundo.

Como áhmadis debemos hacer a cada momento nuestra introspección ya que Dios ha enviado al Mesías Prometido (a.s.) para reformar [el mundo] y nos ha permitido aceptarle; un favor inmenso de Su parte. Si descuidamos nuestros deberes para con Dios, nosotros también pasaremos por este molino que aplasta a aquellos cuyas palabras y acciones están en contradicción: esta es una ley natural. El Mesías Prometido (a.s.) dice al respecto: "El temor de Dios es ver hasta qué punto las acciones y las palabras están en consonancia. Si constatamos que hay discrepancia entre los dos, la persona atraerá la ira de Dios. El corazón impuro no tiene ningún valor a los ojos de Dios, ¡oh! Cuántas son las palabras puras, pero a pesar de ello suscitarán la ira de Dios. Los miembros de la comunidad deben darse cuenta de que han venido hacia mí para que pueda sembrar en ellos esta semilla que se transformará en un árbol portador de frutas. Cada uno debe hacer su análisis de conciencia para ver el estado de su corazón.

Si, Dios no lo quiera, [los miembros] de nuestra comunidad tienen algo en la lengua y otras cosas en el corazón, su fin no será bueno. Cuando Dios encuentra que el corazón de una comunidad está vacío y simplemente hacen declaraciones, Él que es Independiente, no Le importa. [Dios] había prometido la victoria en Badr y los signos del triunfo eran evidentes, sin embargo, el Santo Profeta Mohammad (s.a.w.), sacudido por los sollozos, no dejó de implorar a Dios. "¿Por qué esta angustia si hemos recibido la promesa de la victoria?" Preguntó Hadrat Abu Bakr. El Santo Profeta Mohammad (s.a.w.) le contestó: "Dios es Independiente". Es decir, que esta promesa quizás dependa de ciertas condiciones subyacentes. "(Malfuzat, vol. 1, p. 11)

En suma, ésta es la Taqwa del Santo Profeta Mohammad (s.a.w.). Si seguimos los mismos principios, si buscamos el contento de Dios y que nuestras palabras y acciones sean coherentes, el éxito seguramente llegará. La situación de los musulmanes de hoy es la misma que en la época de Gengis Khan y Hulagu Khan. Los musulmanes no tienen ninguna influencia en la actualidad. Deben someterse a los dictados de los demás, se han olvidado de los preceptos del Corán. Los líderes musulmanes se aferran al poder cometiendo atrocidades contra sus pueblos. Sin duda, serán castigados y perderán su autoridad. La situación es la misma en todos aquellos países donde se han puesto en marcha nuevos gobiernos en nombre del pueblo: cometerán los mismos crímenes y se debilitarán. Consciente o inconscientemente cumplen los deseos de los enemigos que quieren debilitar a los musulmanes para apoderarse de sus recursos. Sólo Dios podrá proporcionar la perspicacia necesaria a los musulmanes.

El Mesías Prometido (a.s.) nos pide que avancemos en la Taqwa y en la pureza. El Corán menciona así a los muttaquin: "... Mas quien tema a Al-lah, sepa que Él le abrirá un camino de salida. Y le proporcionará de donde no espera"(El Sagrado Corán, capítulo 65, versículos 3 y 4). Así, Dios preserva a los muttaquin de las tribulaciones de este mundo y se convierte en Su apoyo. Algunos comerciantes creen que sin recurrir a la mentira no pueden obtener beneficios, pero estos versículos desmienten sus acciones. Al-lah es el Sustentador de los muttaquin y los protege de este tipo de situaciones.

Un áhmadi siempre debe decir la verdad en cualquier situación. Hay cierto número de áhmadis solicitantes de asilo en Europa, y por desgracia algunos hacen declaraciones falsas [para ganar su derecho a la residencia]. Si para ello presentan sinceramente la situación de los áhmadis en Pakistán podrían haber ganado. El Jalifa ha aconsejado a muchos áhmadis de no hacer uso de las historias inventadas por sus abogados y decir toda la verdad [a los jueces]. Los que han seguido sus consejos han tenido éxito, por la gracia de Dios. No hay duda de que los áhmadis de Pakistán sufren persecución. La gente [en el Reino Unido] está llena de simpatía y siempre presta ayuda [a los perseguidos].

El Mesías Prometido (a.s.) también aconseja a sus seguidores a realizar nawafil (oración adicional) y a dar más de lo que reciben. Al hacerlo, merecerán más recompensa. Dios declara que Él se convierte en las manos, pies, lengua, oídos y ojos de estas personas. Pero no podemos hacer estas obras en una sola noche. Esto requiere la purificación del alma y la liberación del egocentrismo.

Las dificultades surgen cuando las acciones son contrarias a los propósitos de Dios y cuando somos esclavos de nuestros pecados. Por ejemplo, una cólera no controlada puede conducir a los tribunales o a la cárcel. Pero si nos sometemos a la autoridad del Corán nos resguardará de todo mal. Si el alma dificulta la aplicación de los preceptos del Corán, la persona tiene que preocuparse.

El Mesías Prometido (a.s.) también dice: "Despertad por la noche y suplicad a Al-lah, el Todopoderoso, para que Él os guíe en su camino. Los compañeros del Santo Profeta Mohammad (s.a.w.) habían recibido su formación de forma gradual. ¿En qué estado estaban antes? Eran como la semilla sembrada por el agricultor. El Santo Profeta Mohammad (s.a.w.), por su parte, la regó y oró por ella. La semilla era buena, la tierra fértil. Con la ayuda del riego, ha producido un fruto excelente. Caminaron por el camino del Santo Profeta Mohammad (s.a.w.) sin dudarlo. Ellos no esperaron ni el día ni la noche. Debéis arrepentiros con el corazón sincero. Despertad para tahallud. Enderezad vuestros corazones. Dejad vuestras debilidades y aseguraos de que vuestras palabras y acciones están en consonancia con la voluntad de Al-lah, el Todopoderoso. "(Malfuzat, nueva edición, vol. 1, p. 28)

Luego Su Santidad el Jalifa ha prodigado algunos consejos a los participantes en la Jalsa Salana y a los voluntarios. Al final de su sermón evocó el deceso de Abdul Ghaffar Sahib que fue martirizado el 06 de septiembre 2012. Dos desconocidos en moto le dispararon mientras estaba tomando el autobús: murió en el acto. El mártir tenía 42 años y había hecho su Wasiyyat en enero de 2012. Era un ardiente predicador del mensaje del Ahamdía y poseedor de grandes cualidades morales; era un hombre de oración y de gran humildad. Tenía un profundo amor por el Jalifato y participó en todos los proyectos iniciados por el Jalifa. Abdul Ghaffar Sahib se casó en 1995 y deja tras él dos hijos y dos hijas. Él y su hermana habían aceptado el Ahamdía en 1988 después de haber visto el fin del general Zia ul Haq a consecuencia de la Mubahala.

Su hermana cuenta que había visto en un sueño hace 8 años que su hermano había sido alcanzado por una bala y que había muerto; pero cuando se le acercó, vio que estaba vivo. Ciertamente Dios le había reservado un lugar entre los mártires, de quien dice que no están muertos, sino que están bien y vivos. Su mujer e hija también vieron sueños que predecían su martirio, después de haberlo sabido, el fallecido les dijo que no tenían que llorar su muerte. Según sus amigos, pocos días antes de su muerte, decía que la muerte era el destino de todos, pero que él deseaba que Dios le conceda el estatus de mártir. ¡Que Al-lah exalte su rango! Uno de sus hijos estudia en la Yamia Ahamdía de Rabwah. ¡Que Dios bendiga a sus hijos y que sean fieles y leales al Jalifato!

Su Santidad también ha anunciado la muerte de Sahibzadi Qudsia Begum Sahiba, hija de Hadrat Sayyeda Nawab Amtul Hafeez Begum Sahiba y Hadrat Abdul-lah Khan Sahib. Nacida en 1927, murió el 1 de septiembre en Rabwah. La fallecida era la madre de Mirza Ghulam Qadir Shaheed [mártir].

Quince años antes del martirio de su hijo, la fallecida había expresado sus oraciones y sentimientos acerca de sus hijos en forma de versos: “Cada uno debe brillar y brillar más que el otro; debe brillar en el cielo como estrellas, y sus descendientes deben ser de gran dignidad; ¡oh mi bien amado dignifícame aceptando estas.”

También escribió en prosa: "Dios mío, siempre quise que mis hijos sean consagrados a Ti y dedicados a Tu causa, y que llegado el momento nada de les retenga. [...] ¡Señor mío!, escucha y realiza mi plegaria y haz que mis hijos brillen unos más que otros. "Ella relata que encontró estas plegarias pocos días antes del martirio de su hijo Abdul Qadir. Y dijo: "Sólo Al-lah sabe con qué sentimientos hice estas plegarias que fueron aceptadas".

En cualquier caso, hizo prueba de una paciencia ejemplar después del martirio de su hijo. "Yo fui testigo de ello, dijo el Jalifa; cuando le ofrecí mis condolencias, habló de las bellezas de su hijo Abdul Qadir toda sonriente al tiempo que demostraba una gran valentía. Cuando el cuerpo de su hijo salió de la casa, en lugar de llorar, ella dijo: "JazakAl-lah Qadir, JazakAl-lah Qadir. "Su hijo Qadir le había otorgado la condición de madre de un mártir, y su deseo fue cumplido. ¡Que Dios le conceda el perdón y la misericordia y por lo tanto un alto estatus en el Paraíso! Su marido Sahibzada Mirza Mallid Ahmad Sahib está enfermo y anciano. ¡Que Dios le conceda paciencia y valor y que sus descendientes perpetúan sus buenas obras!

Su Santidad el Jalifa también dirigió la oración fúnebre de Chaudhry Ahmad Nazir, el ex Amir del distrito de Bahawalpur. Había servido a la Yama'at en varias categorías y se había enfrentado a la oposición en muchos lugares. ¡Que Dios le bendiga y le conceda un alto rango en el Paraíso!

El Jalifa también dirigió la oración fúnebre de Firás Mahmúd de Siria. Fue martirizado después de los disturbios en Damasco. Tenía 35 años y había abrazado el Ahamdía hace ocho meses: Durante este periodo, ha demostrado lealtad a la Yama'at. ¡Al-lah exalte su estatus en el Paraíso y le conceda su perdón y misericordia!

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