Todas las avenidas para agradar a Dios que están abiertas a los hombres también están abiertas a las mujeres, como se dice en el Sagrado Corán:
“En verdad, los hombres que se someten a Dios y las mujeres que se someten a Él, los hombres creyentes y las mujeres creyentes, los hombres obedientes y las mujeres obedientes, los hombres veraces y las mujeres veraces, a los hombres firmes en su fe y a las mujeres firmes, a los hombres humildes y a las mujeres humildes, a los hombres que dan limosna y a las mujeres que dan limosna, a los hombres que ayunan y a las mujeres que ayunan, a los hombres que guardan su castidad y a las mujeres que guardan su castidad, a los hombres que recuerdan mucho a Al-lah y a las mujeres que Lo recuerdan, Al-lah ha preparado para todos ellos el perdón y una gran recompensa” (1).
Algunos podrían pensar que a veces las mujeres se ven privadas de la obra de Dios para cuidar de sus hijos y hogares. De hecho, las mujeres en la época del Santo Profeta Muhammad (saw) estaban preocupadas por esto y enviaron a Asma Bint Yazid como portavoz ante él; ella dijo:
¡Que mis padres se sacrifiquen por ti! He venido ante ti como representante de las mujeres musulmanas. ¡Que mi vida se sacrifique por ti! Mujeres de Oriente y Occidente coinciden en mi opinión de que Al-lah, el Exaltado sea, te ha enviado con la verdad para hombres y mujeres, para que te aceptemos y también aceptemos al Dios que te envió. Nosotras, las mujeres, hemos estado confinadas en casa. Facilitamos el cumplimiento de los deseos de sus hombres y cuidamos de sus hijos. Ustedes, los hombres, tienen la ventaja de asistir a las oraciones del viernes, las oraciones en congregación, visitar a los enfermos, asistir a los funerales y al Hajj. Sobre todo, también participan en la Yihad. Cuando alguno de ustedes va al Hajj, la Umrah o la Yihad, cuidamos de sus propiedades, hilamos algodón para sus prendas y criamos a sus hijos. ¡Oh, Profeta de Al-lah! ¿Acaso no somos igualmente merecedoras de la recompensa que los hombres?
El Santo Profeta (saw) dirigió su bendito rostro a los Compañeros y dijo:
"¿Alguno de ustedes ha escuchado a alguien expresarse con tanta sutileza como esta mujer sobre un tema de fe?"
Los Compañeros respondieron: "¡Oh, Profeta de Al-lah! Nunca imaginamos que una mujer pudiera reflexionar tan profundamente".
El Santo Profeta (saw) se volvió hacia ella y dijo:"¡Oh, mujer! Regresa e informa a todas las mujeres que ser una buena esposa, ser obediente con su esposo y actuar conforme a sus deseos es igual a todas las virtudes de los hombres".
La mujer regresó encantada, exclamando:"¡No hay nadie digno de adoración excepto Al-lah!" y "¡Al-lah es Grande!" (2).
En otra narración, el Santo Profeta Muhammad (saw) dijo que la mujer es la guardiana de su hogar y será responsable de él (3).
Este artículo aparece en la edición impresa de febrero de 2022.
Referencias
- El Sagrado Corán (33:36)
- Bayhaqi, Shuab-ul-Iman, Hadiz #8369
- Sahih al-Bukhari, Libro 93, Hadiz #2
Traducido por Afia Ambar
