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El Islam y los derechos de las mujeres

Ninguna otra religión ha protegido los derechos de las mujeres como lo ha hecho el Islam. Lo establece con una instrucción muy clara:

“Así como los hombres tienen derechos sobre las mujeres, también las mujeres tienen derechos sobre los hombres.”
(Sagrado Corán 2:229)

Se dice de algunas personas que tratan a sus esposas como si fueran zapatos, exigiéndoles los servicios más bajos. Las maltratan, las desprecian y aplican la orden del velo con tal dureza que prácticamente las entierran vivas. La relación entre esposo y esposa debería ser como la de dos amigos verdaderos y sinceros. Al fin y al cabo, la esposa es la principal testigo de las altas cualidades morales del hombre y de su relación con Dios Todopoderoso. Si su relación con su esposa no es buena, ¿cómo puede estar en paz con Dios? El Santo Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo:

“El mejor entre vosotros es aquel que es mejor con su esposa.”
(Mirza Ghulam Ahmad, Malfuzat, Vol. 5, págs. 417–418)

Importancia de inculcar la piedad en las mujeres musulmanas Ahmadis

Es obligatorio para los miembros de mi Yama’at que inculquen la piedad en sus mujeres para garantizar su propia piedad; de lo contrario, serán culpables de un pecado. Si una esposa se siente en posición de señalar los defectos de su esposo a la cara, ¿cómo puede tener temor de Dios? Si los padres no son rectos, sus hijos no serán puros. La piedad de los hijos requiere una larga cadena de virtudes; sin ella, los hijos serán malos. Por tanto, los hombres deben arrepentirse y dar un buen ejemplo a sus esposas. Una mujer observa atentamente a su marido, y un hombre no puede ocultarle sus defectos. Además, las mujeres son sabias sin mostrarlo. Nunca piensen que son tontas. De manera sutil, se ven influenciadas por todo lo que ustedes hacen. Si el esposo es piadoso, ella no solo lo respetará a él, sino también a Dios…

Las esposas de los profetas y de los piadosos eran virtuosas porque recibían la influencia benéfica de sus esposos. Las esposas de los malvados también son como ellos. ¿Cómo puede la esposa de un ladrón siquiera pensar en levantarse para rezar el Tahajjud en la última parte de la noche, sabiendo que su esposo ha salido a robar? Por eso se dice:

“Los hombres son protectores y responsables de las mujeres.”
(Sagrado Corán 4:35)

Las mujeres se ven influenciadas por sus esposos. En la medida en que el esposo se destaca en piedad y rectitud, su esposa también participará de ello. De igual forma, si el esposo es malvado, la esposa también compartirá su maldad.

(Mirza Ghulam Ahmad, Malfuzat, Vol. 5, págs. 217–218)

Si deseáis reformaros a vosotros mismos, es esencial que también procuréis reformar a vuestras mujeres. Las mujeres son la raíz de la idolatría, ya que por naturaleza están dedicadas a la decoración y a los adornos. Por eso la idolatría comenzó con las mujeres. También son menos valientes. Ante la más mínima dificultad, tienden a inclinarse ante las criaturas. Por lo tanto, quienes están completamente bajo la influencia de sus mujeres acaban adquiriendo sus características. Es, por tanto, necesario esforzarse continuamente en reformarlas. Dios Todopoderoso dice:

“Los hombres son protectores y responsables de las mujeres.”
(Sagrado Corán 4:35)

Por eso los hombres han sido dotados de facultades superiores a las de las mujeres. Uno se maravilla del hombre moderno que insiste en la igualdad de los sexos y afirma que hombres y mujeres tienen los mismos derechos. Que estas personas formen ejércitos de mujeres y los envíen a la guerra, y vean los resultados por sí mismos. ¿Cómo cumpliría con sus deberes una mujer embarazada en el campo de batalla? En resumen, las mujeres tienen menos facultades y son más débiles que los hombres. Por tanto, los hombres deben protegerlas y cuidarlas.

(Mirza Ghulam Ahmad, Malfuzat, Vol. 7, págs. 133–134)

Traducido por Manahil Ahmed

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