La Importancia de la Oración en el Islam
(Por Malik Tariq Mahmood)
Un Escudo Divino y Camino hacia el Éxito
La oración (Salah) ocupa un lugar central en el Islam, sirviendo como una conexión directa entre el creyente y Al-lah. El Corán y las enseñanzas del Santo Profeta Muhammad (ﷺ) enfatizan su profunda importancia, tanto como un acto de adoración como un medio de purificación espiritual.
1. La Oración como Escudo contra el Mal
El Corán destaca la naturaleza protectora de la oración, salvaguardando a los creyentes del comportamiento inmoral y el pecado:
وَاتْلُ مَا أُوحِيَ إِلَيْكَ مِنَ الْكِتَابِ وَأَقِمِ الصَّلَاةَ ۖ إِنَّ الصَّلَاةَ تَنْهَىٰ عَنِ الْفَحْشَاءِ وَالْمُنكَرِ ۗ وَلَذِكْرُ اللَّهِ أَكْبَرُ ۗ وَاللَّهُ يَعْلَمُ مَا تَصْنَعُونَ
«Recita lo que te ha sido revelado del Libro, y cumple la Oración. En verdad, la Oración preserva a la persona de la obscenidad y el mal manifiesto, y el recuerdo de Al-lah es en verdad la mayor virtud. Pues Al-lah sabe lo que hacéis.»
(Corán 29:46)
Este versículo subraya que la oración regular cultiva disciplina, conciencia y piedad, evitando que la persona caiga en el mal.
2. La Humildad en la Oración Conduce al Éxito
Los verdaderos creyentes son aquellos que se acercan a la oración con profunda reverencia y humildad:
قَدْ أَفْلَحَ الْمُؤْمِنُونَ الَّذِينَ هُمْ فِي صَلَاتِهِمْ خَاشِعُونَ
«En verdad llegará el éxito a los creyentes, que son diligentes en el cumplimiento de sus Oraciones.»
(Corán 23:2-3)
La humildad (khushú) en la oración significa estar plenamente presente, reflexionar sobre las palabras recitadas y presentarse ante Al-lah con sinceridad. El Santo Profeta Muhammad (ﷺ) aconsejó:
«Cuando te pongas de pie para orar, hazlo como si fuera tu última oración.»
(Sunan Ibn Majah, N.º 4171)
Esta mentalidad asegura que cada oración se realice con la máxima devoción, como si fuera la última oportunidad de buscar el agrado de Al-lah.
3. La Devoción del Profeta en la Oración Nocturna (Taháyyud)
El Santo Profeta (ﷺ) demostró una dedicación incomparable a la oración, pasando largas horas en adoración, especialmente durante la noche. El Corán menciona:
وَمِنَ اللَّيْلِ فَتَهَجَّدْ بِهِ نَافِلَةً لَّكَ عَسَىٰ أَن يَبْعَثَكَ رَبُّكَ مَقَامًا مَّحْمُودًا
«Y despiértate para recitarlo (el Corán) durante la oración de Taháyyud de la noche como servicio supererogatorio tuyo. Podría ser que tu Señor te elevara a un puesto loable.»
(Corán 17:80)
Su esposa, Hazrat Aisha (ra), relató:
«El Profeta solía permanecer tanto tiempo en oración que sus pies se hinchaban. Cuando se le preguntó por qué oraba tanto a pesar de que todos sus pecados (los pecados de sus seguidores) habían sido perdonados, respondió: ‘¿Acaso no debo ser un siervo agradecido?'»
(Sahih al-Bujari, N.º 4837)
Esto nos enseña que la oración no es solo una obligación, sino una expresión de gratitud y amor por Al-lah.
4. La Oración como Primera Rendición de Cuentas en el Día del Juicio
El Santo Profeta (ﷺ) enfatizó que la oración será la primera obra juzgada en el Día de la Resurrección:
«Lo primero por lo que se juzgará al siervo el Día del Juicio será su oración. Si está completa, habrá tenido éxito, pero si está incompleta, habrá fracasado y estará perdido.»
(Sunan at-Tirmidhi, N.º 413)
Este hadiz resalta la importancia crítica de realizar la oración correctamente, con sinceridad y constancia.
5. La Profundidad Emocional de la Oración
El Profeta (ﷺ) solía llorar durante la oración, abrumado por su amor y temor a Al-lah. El Corán describe el estado de los creyentes:
وَالَّذِينَ يُؤْتُونَ مَا آتَوا وَّقُلُوبُهُمْ وَجِلَةٌ أَنَّهُمْ إِلَىٰ رَبِّهِمْ رَاجِعُونَ
«Y quienes dan lo que dan con sus corazones llenos de temor porque volverán a su Señor.»
(Corán 23:61)
La verdadera oración no es solo un ritual, sino una conversación sincera con Al-lah, llena de devoción, arrepentimiento y esperanza.
Conclusión
La oración en el Islam es mucho más que un acto rutinario de adoración: es un sustento espiritual, un medio de autopurificación y una fuente de protección divina. Siguiendo las enseñanzas coránicas y la devoción ejemplar del Profeta (ﷺ), los musulmanes pueden cultivar una vida de oración que los acerque a Al-lah, los proteja del pecado y les garantice el éxito en esta vida y en la otra.
Esforcémonos por orar con humildad, constancia y profunda reflexión, encarnando la verdadera esencia del Salah como se enseña en el Islam.
