De este hadiz queda claro que la persistencia es un acto de virtud que debe llevarse a cabo durante toda la vida. Esto es exactamente lo que necesitamos ahora que el Ramadán ha terminado: persistencia. En una ocasión, al explicar las virtudes del Ramadán, Hazrat Mirza Bashir-ud-Din Mahmud Ahmad, Jalifatul Masih II (ra), declaró:«Tomen solo lo que puedan hacer de buenas obras, porque la mejor de las obras es aquella que se realiza de manera constante, incluso si es poca.» (Sunan Ibn Majah, Kitab az-zuhd, bab al-mudawamati ‘ala amal, Hadiz 4240)
De manera similar, Hazrat Mirza Masroor Ahmad, Jalifatul Masih V (aa), afirma:«De los doce meses, la gente considera que el Ramadán, es decir, el ayuno, se limita a solo un mes, pero para nosotros [ahmadís] todo el año debería ser Ramadán y toda nuestra vida debería transcurrir así.» (Khutbat-e-Mahmood, Vol. 25, p. 531)
En este artículo, exploremos algunas de las lecciones invaluables que nos ha impartido este bendito mes. ### **Recitación del Sagrado Corán** Durante el mes de Ramadán, los musulmanes se esfuerzan diligentemente por involucrarse con el Sagrado Corán, dedicándose a su recitación y buscando comprender sus enseñanzas al máximo de sus capacidades. Allah declara en el Sagrado Corán:«Aunque el mes de los ayunos obligatorios está llegando a su fin, ahora es el momento de elevar el estándar de nuestras otras obligaciones y esforzarnos por sobresalir en ellas. Después del mes de Ramadán, si olvidamos esta realidad de cómo debemos mantener los [altos] estándares de nuestras responsabilidades y obligaciones, entonces no hemos observado el mes de Ramadán de acuerdo con la guía del Santo Profeta (la paz sea con él).» (Sermón del Viernes, 29 de abril de 2022; Al Hakam, 27 de mayo de 2022, Número 219, p. 23)
La relación de este mes con el Corán es tal que se narra que el arcángel Gabriel (as) solía repetir la recitación del Corán con el Santo Profeta (la paz sea con él) una vez al año, pero lo repitió dos veces con él en el año de su fallecimiento. (Sahih al-Bukhari, Kitab fada’ili l-qur’an, Bab kana jibrilu yaridu l-qur’an ‘ala n-nabiyyisa, Hadiz 4998) Con respecto al Sagrado Corán, el Mesías Prometido (as) afirma:«El mes de Ramadán es aquel en el que se hizo descender el Corán como guía para la humanidad con pruebas claras de guía y criterio.» (Surah al-Baqarah, Cap. 2: V. 186)
De manera similar, al aconsejar a los musulmanes ahmadís, Jalifatul Masih V (aa) declara:«Estudiarlo con atención y sinceridad purifica el corazón, disipa capas de oscuridad y expande la mente, y, atrayendo a un buscador de la verdad hacia el Santo, lo inviste con una luz y signos manifiestos que son característicos de aquellos que han alcanzado la cercanía con el Santo, y que no pueden ser adquiridos por el hombre a través de ningún otro medio o plan.» (Barahin-e-Ahmadiyya [Inglés], Parte 4, p. 175)
Por lo tanto, sigue siendo nuestra responsabilidad mantener la honorable práctica de leer el Sagrado Corán diariamente incluso después de que concluya el Ramadán. ### **Oraciones voluntarias y derechos de la creación** Durante el mes de Ramadán, nos esforzamos diligentemente por realizar las oraciones de tahajjud, buscando acercarnos más a Allah el Todopoderoso. Allah declara en el Sagrado Corán:«Luego, después de enfocarnos en ofrecer la oración una vez que se comprende su filosofía, es deber de un creyente recitar y comprender el Sagrado Corán y prestarle la debida atención. A menudo, durante el Ramadán, se presta especial atención a esto. Deben reflexionar sobre el comentario [del Sagrado Corán], y esto también es un medio para conectar un Ramadán con el siguiente. Se debe prestar gran atención al Sagrado Corán.» (Sermón del Viernes, 29 de abril de 2022; Al Hakam, 27 de mayo de 2022, Número 219, p. 25)
De manera similar, Hazrat Abu Huraira (ra) narra que escuchó al Santo Profeta (la paz sea con él) decir sobre el Ramadán:«¡Oh tú que estás [cargando una gran responsabilidad], levántate [en oración] por la noche, excepto una pequeña parte de ella: la mitad, o un poco menos, o un poco más, y recita el Corán lenta y reflexivamente.» (Surah al-Muzzammil, Cap. 73: V. 2-5)
Hablando de nuestras responsabilidades en este sentido, Hazrat Jalifatul Masih V (aa) declara:«Quien ore por la noche en [el mes de Ramadán] con fe sincera y esperando una recompensa de Allah, todos sus pecados anteriores serán perdonados.» (Sahih al-Bukhari, Kitab fadli laylati l-qadr, Bab fadli laylati l-qadr, Hadiz 2014)
Huzoor (aa) también ha hablado con gran énfasis sobre tratarnos bien unos a otros. Él afirma:«El mes de ayuno ha terminado. Fue un mes en el que nos enfocamos en nuestras oraciones voluntarias. Sin embargo, ahora debemos buscar continuar cumpliendo los derechos que le debemos a Dios y los derechos que le debemos a la creación de Dios. Debemos continuar ofreciendo las oraciones voluntarias y cumplir prontamente con nuestras oraciones obligatorias.
Si durante el Ramadán prestamos atención a controlar nuestro ego y deseos, entonces debemos continuar con esta práctica. Si nos volvimos compasivos hacia la creación de Dios, entonces debemos mantener esta compasión y buscar mejorar en nuestras buenas obras.» (Sermón del Eid, 16 de junio de 2018; “El Jefe de la Comunidad Musulmana Ahmadía pronuncia el sermón del Eid en Londres”, www.pressahmadiyya.com)
### **Caridad** Hablando de la hermandad y el buen trato hacia los demás, en medio del aura sagrada del Ramadán, otro hábito virtuoso que cultivamos diligentemente en nosotros mismos es el noble acto de la caridad. En el Sagrado Corán, Allah el Todopoderoso declara sobre aquellos que dan caridad:«El método que el Mesías Prometido nos ha dicho para seguir obteniendo las bendiciones del Ramadán es seguir practicando las altas moralidades que mostramos unos a otros, que aprendimos en el mes de Ramadán. Y aumentar nuestro amor mutuo y el espíritu de hermandad, y cumplir con los derechos de los demás.» (Sermón del Viernes, 29 de abril de 2022; Al Hakam, 27 de mayo de 2022, Número 219, p. 25)
En este sentido, Huzoor (aa) dijo:«Aquellos que gastan su riqueza de noche y de día, en secreto y en público, tendrán su recompensa con su Señor; sobre ellos no caerá ningún temor, ni se entristecerán.» (Surah al-Baqarah, Cap. 2: V. 275)
Por lo tanto, es nuestra obligación persistir en esta honorable acción más allá del Ramadán, buscando más bendiciones de Allah. ### **Moderar el habla y abstenerse de malas acciones** En los días ordinarios, se espera que tratemos a los demás con respeto, pero durante el Ramadán, esta expectativa se eleva significativamente. Mientras ayunamos, estamos obligados a abstenernos de usar lenguaje obsceno y participar en comportamientos indecentes. El Sagrado Corán declara:«Es cierto que los niños en todo el mundo sufren de hambre severa. Sin embargo, aquellos que buscan locamente las guerras no se preocupan en absoluto por el sufrimiento de los niños inocentes que están siendo privados de sus padres y viven una vida de miseria. En tal estado, aquellos de nosotros que podemos llenar nuestros estómagos y comer bien en el Eid, debemos aumentar nuestra conciencia del sufrimiento de los demás.» (Sermón del Eid, 16 de junio de 2018; “El Jefe de la Comunidad Musulmana Ahmadía pronuncia el sermón del Eid en Londres”, www.pressahmadiyya.com)
Por lo tanto, esto debería ser una constante en nuestras vidas. Luego, durante el Ramadán, también nos esforzamos diligentemente por evitar el mal comportamiento en la medida de lo posible, ya que es un tiempo sagrado en el que Dios restringe la influencia de Satanás. Se narra que el Santo Profeta (la paz sea con él) dijo:«¡Oh creyentes! Temed a Allah y hablad con rectitud.» (Surah al-Ahzab, Cap. 33: V. 71)
Investigaciones modernas, como las obras de James Clear y Charles Duhigg, arrojan luz sobre los mecanismos necesarios para desarrollar nuevos hábitos, reforzarlos y liberarse de los negativos. El mes de Ramadán brinda una oportunidad óptima para abandonar comportamientos negativos y redirigir nuestra atención hacia los positivos. Por lo tanto, debemos hacer todo lo posible para no volver a caer en los malos hábitos que pudimos dejar en este mes de Ramadán. ### **Conclusión** Al despedirnos del Ramadán, recordemos que su partida no marca un final, sino una continuación de nuestro viaje espiritual. Abracemos sus enseñanzas con corazones abiertos y compromiso inquebrantable, sabiendo que en su práctica radica el cumplimiento de nuestro propósito y la obtención de la gracia divina. Verdaderamente, el Ramadán no solo sirve como un mes de ayuno y reflexión, sino como un faro que nos guía hacia la rectitud y la paz interior durante toda la vida. Concluimos con las benditas palabras de Hazrat Jalifatul Masih V (aa):«Las cinco oraciones [diarias], de un viernes al siguiente, y de un Ramadán al siguiente, son expiaciones por los [pecados] cometidos en el intervalo, siempre que se eviten los pecados mayores.» (Sahih Muslim, Kitab at-taharah, Bab salawatil khams wa l-jumu‘ah…, Hadiz 233a)
«Si continuamos las buenas obras que practicamos durante el Ramadán en el resto de nuestras vidas, en ese caso, estaremos celebrando verdaderamente el Eid y la alegría que sentimos hoy abarcará el resto de nuestro próximo año. Este es el verdadero propósito del Eid. De lo contrario, simplemente vestirse bien, comer bien y reunirse con amigos y hacer planes para el día no tienen sentido sin comprender el propósito real del Eid.» (Sermón del Eid, 16 de junio de 2018; “El Jefe de la Comunidad Musulmana Ahmadía pronuncia el sermón del Eid en Londres”, www.pressahmadiyya.com)
